Daniel Colorado
Con 25 años ya tiene el reconocimiento como máximo goleador de la LNFS en la pasada temporada con el Puertollano, pero su humildad no le permite dejar de trabajar a diario para superarse a sí mismo y ayudar a su equipo. Ambiciona con volver a jugar en Primera División pero de momento está centrado en conseguir la salvación del Noia Portus Apostoli
Levantó muchas expectativas a su llegada a Noia. El máximo goleador de
la temporada pasada recalaba en el club noiés y pronto se ganó la admiración de
la afición.
¿Presiona el título de máximo goleador? “No me presiona, pero sí que es cierto que la temporada
quizá no se esté dando a nivel individual como la pasada, pero yo sigo
trabajando por el equipo, tanto en defensa como en ataque. Intento ayudar al
grupo con goles y si no entran, pues con trabajo”. En agosto recogería el galardón en la Gala de la Liga, ¿cómo
vivió Dani Colorado ese momento? “Con mucho orgullo pero también con muchos
nervios porque a mí este tipo de premios, aunque te reconozcan el trabajo, me
causa nervios”, nos comenta con una
sonrisa de quien recuerda un episodio que sabe marcará su vida “para
mí ha sido uno de los momentos más bonitos de lo que llevo de carrera”.
Una carrera deportiva que comenzó desde bien
pequeño. Empezó jugando en la calle con el balón, porque eso era lo que le
gustaba. Probó en equipos del colegio pero sería en a los 11 años cuando
ingresaría en el club de Puertollano, el de su ciudad natal, en donde se
formaría como jugador. Fue entonces, en categoría juvenil, cuando se dio cuenta
que el fútbol sala era lo suyo “el Puertollano estaba en Primera
División y el entrenador me empezó a llamar para entrenar con el primer equipo
y me di cuenta que, a pesar de las horas que había que dedicarle y el esfuerzo,
era realmente lo que me llenaba y hacía feliz” y por eso no puede entender su vida sin este deporte “el
fútbol sala es mi vida”.
Entonces… ¿Cuál sería el motivo por el que Colorado colgase las botas? “a día de hoy no me he planteado
dejar el fútbol sala porque no me imagino mi vida sin él, entonces tampoco me
he planteado cuál sería el motivo por el cual lo dejaría, pero imagino porque
no pueda vivir de ello y tenga que buscarme la vida de otra manera”. Y es que el
jugador es consciente de la complejidad que supone poder llegar a vivir del
fútbol sala hoy en día “el fútbol sala es un deporte humilde y aunque, a día de hoy, puedo
vivir de ello, a largo plazo lo tendré que compaginar con un trabajo porque es
muy complicado”.
Además de ser un deporte humilde, ¿es
sacrificado? “sí, a mi personalmente me supone un sacrificio dentro de lo
que me gusta. Y me explico, aunque todo el trabajo que realizo y los entrenos
los hago con gusto, es sacrificado en el sentido de que me supone estar lejos
de mi casa para poder dedicarme a esto”.
Los que vamos conociendo un poco a Dani Colorado lo entendemos porque
es una persona muy familiar y es la primera vez que está fuera de su casa razón
por la cual “en
muchos momentos echo de menos a la familia”. Además de familiar, ¿cómo se define Dani Colorado? “Quien
me conoce sabe que soy una persona muy cercana, muy cariñoso”.
Y… ¿como
jugador? “Soy un jugador defensivo y con gol. Pero además, me considero un
jugador de equipo, con carácter y bastante intenso tanto para lo bueno como
para lo malo; tengo sentimiento de equipo por eso cuando las cosas no salen, lo
paso mal”. Entonces…
¿Se llora por el fútbol sala? “Yo he llorado por el fútbol sala”, nos
reconoce.
Pero ya se sabe que no siempre se llora por
malos momentos… ¿Cuál es el mejor momento vivido como jugador?
“uno de los mejores momentos fue mi primera convocatoria con la sub-21 de la
Selección Española”. ¿Y el peor? “tengo dos; la lesión tan grave de la
triada y por desgracia que no conseguimos el año pasado el play off”. La lesión lo mantuvo apartado de las pistas alrededor
de 7 meses; cuéntanos ¿qué le pasa por la cabeza a un jugador en
esos momentos? “yo tuve mucho miedo porque no sabía si podría volver a jugar
y en caso de hacerlo, no sabía cómo lo haría. En ese tiempo iba a los entrenos
y veía el balón y a mis compañeros y sólo tenía ganas de volver. Al final todo
salió bien y regresé a la pista con muchas ganas. Este deporte me
pierde”. Y el no ascenso con el
Puertollano … “fue bastante duro, después de haber hecho una
temporada tan buena, el quedarnos a las puertas de ascender a Primera y luego
además, cuando de la nada te enteras que el equipo de tu pueblo, por el
que tanto has luchado, desparece”.
Aunque se quedó a la puertas de jugar en división de oro, Dani
Colorado ya tiene experiencia en esta categoría y con el Puertollano,
precisamente, pero aún así “me encantaría volver a jugar en Primera división porque es lo máximo a
lo que podemos aspirar” aunque después de unas
temporadas en la división de plata reconoce que “no hay mucha diferencia entre
ambas categorías porque la Segunda cada temporada está siendo más fuerte” pero aún así
“en Primera
hay jugadores que marcan la diferencia y es muy bonito jugar contra ellos”.
¿A qué equipo le gustaría llegar a Dani Colorado? “no tengo ningún equipo en
mente al que me gustaría llegar pero sí que tengo que reconocer que a mí me
tira el Barça; pero son palabras mayores. Lo que sí sé es que trabajo cada día
para superarme y por llegar lo más lejos posible”. Porque en este
sentido Dani se considera un jugador “ambicioso, cada día quiero
más; autoexigente, porque sino sería muy complicado llegar arriba, y
muy competitivo porque creo que es lo que hace al equipo y al jugador a nivel
individual”.
¿Algún referente en el mundo del fútbol sala? “La verdad es que he tenido la suerte de tener grandes compañeros en todos los equipos en los que he estado, incluido el Noia, pero es verdad que mi referente, el jugador que me marcó, fue Merino, con el que coincidí en Puertollano y era en quien me fijaba mucho. Él me ayudó bastante a entender la vida del fútbol sala”. ¿Te ha dado amigos este deporte? “Tengo varios de Puertollano, pero me quedo con Borja, Nano, Bola ó Tomás que fueron mis entrenadores y luego compañeros».
¿Cuáles son los principios que rigen la vida de Dani Colorado jugador? “la lealtad hacia el equipo del que defiendes los colores y a tus compañeros, el esfuerzo, el trabajo y el compromiso que para mí es la clave”.
Vemos
que eres el último de salir de la pista después del calentamiento ¿manía
o superstición? “Son manías… me quedo al final del calentamiento para
lanzar el último tiro y que sea gol, para intentar salir ya al partido con buen
pie y buenas sensaciones”.
¿El día del partido haces algo diferente? «La alimentación intento
que sea la misma en día de partido, sana y saludable, y luego no tengo muchas
manías ni cosas raras».
¿En un futuro te gustaría vivir el fútbol sala desde los banquillos? “la
base me encanta porque los niños me gustan mucho y sí que
quiero ir sacándome niveles porque en un futuro sí me gustaría poder transmitir
como vivo y siento el fútbol sala”.
Con perspectivas de futuro nos centramos en el
presente, el Noia Portus Apostoli… ¿cómo se siente Dani Colorado en
el equipo? “a nivel personal lo
que es el pueblo, la afición y los propios compañeros me acogieron muy bien,
por lo que estoy muy contento. A nivel deportivo, las cosas no están saliendo
como nos gustaría pero ante todo seguimos trabajando y confiando en que podemos
conseguir el objetivo del club que es la permanencia porque mientras los
números sigan diciendo que podemos conseguirlo vamos a seguir luchando para
ello”.
¿A pesar de la situación te has
planteado quedarte una temporada más en el equipo? “No es la primera vez que
me lo preguntan, incluso yo ya me lo he plantead. La verdad es que estoy a a
gusto en el pueblo, el equipo me gusta y no tendría ningún problema en seguir
una temporada más aquí ya que pienso que a esta afición le debo muchas alegrías”.
¿Qué espera Dani Colorado de esta temporada? “Esperamos y deseamos
conseguir la salvación”.