El Museo de La Carolina intensifica su actividad en los meses estivales con el objetivo de procurar una mayor concienciación sobre el patrimonio histórico y natural de la ciudad. La programación veraniega, que se suma a la desarrollada durante el resto del año, se elabora teniendo en cuenta que los jóvenes disfrutan de sus vacaciones y el tiempo libre es una excusa para conocer más a fondo la ciudad.
Juan Manuel Patón, del equipo de Conservación y Restauración del Museo, califica estas actividades como una experiencia novedosa: “La introducción de recreaciones históricas organizadas por el propio museo y en colaboración con un grupo municipal de teatro hacen la historia más amena para los jóvenes y permiten interpretar más fácilmente el patrimonio histórico y artístico situando a los personajes en los monumentos, por ejemplo a Pablo de Olavide en su Casa Palacio o a el hermano Fray Francisco de San Hilarión en el convento de La Peñuela”.
En la misma línea se posiciona también el concejal de Cultura, Marcos Antonio García, que afirma: “La cultura es una seña de identidad de nuestro municipio y queremos que tanto los carolinenses como aquellos que nos visitan en verano cuenten con diferentes opciones de ocio. Siempre hemos apostado por poner en valor nuestra historia para construir futuro. Al mismo tiempo, queremos que niños y mayores incluyan al Museo como algo cotidiano en su vida”.
Así, durante los meses de verano se han desarrollado diferentes propuestas de muy diversa índole.
Por ejemplo, durante la visita de La Asociación Supervivientes-Gurumbé a la ciudad, los miembros del museo junto a los jóvenes del campamento acudieron a La Aliseda, lugar en el que conocieron la historia del antiguo balneario que allí se establecía.
La actividad no estuvo exenta de sorpresas, porque, ante la sorpresa de los jóvenes, se simuló un asalto de bandoleros de Sierra Morena.
Antes de finalizar el campamento, el Museo organizó junto con un grupo de actores una ruta teatralizada completa por La Carolina, un recorrido en el que se mostró y se detalló la historia del Museo, la cárcel, el Palacio, la Ermita y la Iglesia y la Torre de los Perdigones.
De la misma manera, el Museo también ha colaborado durante con la Escuela de Verano al organizar una visita guiada por el Museo y un taller sobre Prehistoria.
Aquí los jóvenes aprendieron métodos para hacer fuego, vieron y tocaron las antiguas herramientas que se utilizaban durante la Prehistoria e hicieron pinturas rupestres.
En definitiva, el Museo pone a disposición la historia de La Carolina en un nivel accesible a las edades de los participantes, lo que les permite conocer la historia y comprenderla.
Como complemento a estas actividades se suman las organizadas por el Museo de la Imprenta de Martín Rey, lugar en el que se ha desarrollado diferentes cuentacuentos tanto para los niños de la ludoteca como para los participantes en la Escuela Municipal de Deportes de Verano.
“Siempre se ha tenido en cuenta que tengan un componente educativo y la formación en valores. Por eso, se han abordado asuntos como la igualdad entre otros. Al mismo tiempo, acercamos a los más pequeños al nuevo espacio cultural del municipio”, concluye el edil.