El PSOE ha registrado una Proposición no de Ley para pedir a la Junta de Andalucía que impulse la utilización del aceite de oliva virgen extra en los menús de los centros de titularidad pública con servicio de comedor propio o externalizado a través de empresas de restauración colectiva.
Para ello, propone la inclusión de cláusulas que prescriban el uso del aceite de oliva virgen extra en los pliegos de licitación para adjudicar el servicio de restauración en hospitales, colegios o residencias. En la misma línea, se pide que la Junta incorpore el AOVE en los eventos institucionales y promocionales que organicen sus diferentes departamentos.
El parlamentario socialista Felipe López afirma que esta iniciativa pretende lograr “un consenso generalizado” para “relanzar exponencialmente el consumo de aceite de oliva” dentro de la restauración colectiva asociada a centros públicos, consumo que ha sufrido un retroceso en los últimos años “y que no casa con la condición de España y Andalucía de líderes mundiales de producción de aceite”.
Por eso, la PNL no sólo busca comprometer a la Junta de Andalucía, sino también al Gobierno de España, al que igualmente se pide que “actúe de igual manera en el ámbito de sus responsabilidades”, y a la Federación Andaluza de Municipios de Provincias, a quien se solicita que traslade estas mismas recomendaciones a los ayuntamientos y diputaciones de la comunidad autónoma.
“Queremos la complicidad y la implicación de todas las administraciones para defender la potencia de un producto como el aceite de oliva virgen extra, tanto en su vertiente gastronómica como en sus cualidades saludables”, subraya.
López considera que es necesaria la toma de estas decisiones para “retroalimentar el círculo virtuoso de consumo y salud con el mantenimiento de los sistemas productivos sobre los que se asienta el olivar en amplios territorios”, máxime cuando “una parte importante de esta restauración colectiva está siendo financiada con fondos públicos”.
“Por tanto, debemos poner todo nuestro empeño en reactivar el consumo allí donde tenemos posibilidades directas de influir, como son nuestros colegios, nuestros hospitales o nuestras residencias”, apunta.
El parlamentario ve importante que se articule una estrategia que permita “frenar esta tendencia a la baja del consumo de AOVE” y que la Interprofesional ha cifrado en una caída del 31% al 25% en los últimos 3 años, lo que ha supuesto una reducción de 1 millón de litros “a pesar de que el mercado de la restauración colectiva ha crecido”. “Las administraciones públicas tienen que reforzar el discurso avalado por la ciencia y la medicina, apostando con claridad por el aceite de oliva en la restauración colectiva como elemento gastronómico imprescindible por sus contrastados beneficios sobre la salud. Lo contrario tiene poco o ningún sentido”