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Sergio Quilez “Creo en mis posibilidades y en la de mi equipo, lo que ocurre es que a veces las cosas no salen como uno quiere”

Por@GuadalquivRadio

Mar 13, 2019

Comenzó en las categorías inferiories del Valdepeñas a los 14 años y desde entonces no se ha separado del balón. Rivas y el Acqua e Sapone Futsal fueron sus siguientes destinos hasta que recaló en el Noia Portus Apostoli. Seguro de si mismo asegura que la afición noiesa “aún no conoce al verdadero Quilez”.  

En unos días cumplirá 21 años y a pesar de su juventud Sergio Quilez demuestra mucha seguridad y confianza en si mismo “creo en mis posibilidades lo que ocurre es que a veces las cosas no salen como uno quiere. Todavía no he explotado las cualidades que llevo dentro, pero cuando esto suceda creo que podré vivir de este deporte”. Y con la misma determinación afirma que “hoy por hoy afirmo rotundamente que nos vamos a salvar” y para Quilez lograr mantenerse una temporada más en Segunda División pasa “por puntuar en casa” en donde les cuesta puntuar a pesar de jugar bien por lo que “no sólo vale el buen juego o hacer un buen partido, lo que valen son los puntos”. Y con este optimismo afronta Sergio Quilez el final de temporada.

El jugador nos asegura “que la afición del Noia no conoce al verdadero Sergio Quilez” pues vayamos a ello. Sergio Quilez nació en Castellar de Santiago, un pueblo de Ciudad Real. La pasión por el fútbol sala no le despertó hasta una edad bien tardía para lo que suele ser. Quilez empezó a practicar este deporte con 14 – 15 años, eso sí, desde entonces no se ha despegado del balón. Quizá sea este el motivo por el cual piense que “un jugador se hace no nace” porque para él “es el trabajo quien te otorga las cualidades”.

Quilez comenzó su periplo futbolístico en las categorías inferiores del Valdepeñas. En el 2016 fichó por el Rivas Futsal y de ahí el salto a Primera División, eso sí, de la liga italiana con el Acqua e Sapone Futsal. Una trayectoria corta pero muy progresiva del que Quilez recuerda como mejor experiencia “cuando ganamos la Liga en la Primera División italiana”. Se considera un chico “tímido, alegre y con mucho carisma”, un jugador “rápido, ambicioso y con uno para uno” que se transforma al saltar a pista porque en ella se “tengo muy mala leche e incluso reconozco que, en ocasiones, malas formas. Fuera de ella soy más tranquilo”. Sea como fuere lo que sí tiene claro es que “tengo un caracter fuerte”.

Cuando pierde un partido se va a casa “dolido por no haber podido plasmar lo trabajado durante toda la semana porque somos un equipo que nos vaciamos en cada partido y luchamos para conseguir la victoria” y como Sergio es una persona “que lo dejo todo en pista, me voy fastidiado a casa cuando perdemos”. Desazón que le dura bien hasta el día siguiente “esa noche lo paso mal y al siguiente día intento desconectar y pensar en el siguiente partido” .

Quilez se encuenta muy a gusto en Noia y en el Noia Portus Apostoli “porque la afición es super cercana y el equipo es como una familia; cuando estás mal recibes la llamada de tus compañeros y eso es bueno para hacer grupo”, por lo tanto si de algo está seguro que se llevará de su experiencia gallega son “lo mejor que me llevaré de aquí es la amistad que hemos creado entre los compañeros de equipo y con gente de fuera”. De hecho Sergio piensa que “la fuerza del Noia está en la unión que tenemos todos”. El jugador nos asegura que “estoy muy comprometido con el equipo” por lo que no le importaría quedarse más tiempo, independientemente de la categoría, aunque también sabe que eso depende de “otras personas”. Al igual que el equipo, Sergio Quilez considera que está en una “racha negativa” como jugador, “esperaba dar más de mí. Estoy en una dinámica negativa pero trabajo día a día para seguir para adelante. No estoy dando todo lo que puedo dar, no sé si por falta de confianza o por mí mismo… pero creo que el nivel que tengo realmente no lo he demostrado todavía, pero seguro llegaré a él”.

Los días de partido es rutinario, tanto es así que tiene un menú para ese día, “pasta con atún y lomo”, además de porque considera que la alimentación es “fundamental para quien realiza cualquier tipo de deporte”. Eso sí, el desayuno “fuera de casa” porque después de la primera comida del día le gusta “dar un paseo con música por la ría porque me relaja y me ayuda desconectar”. También es supersticioso “siempre entro a pista con la pierna derecha y me santiguo tres veces. Y antes de los partidos cojo dos estampas de dos vírgenes que tengo y les rezo. Después de mis peticiones las paso primero por el tobillo izquierdo y rodilla izquierda y finalmente tobillo derecho y rodilla derecha”. Le proponemos que cambie el orden pero “no quiero probar”.

Aunque todavía es muy joven para plantearse su retirada le gustaría que fuese en el Valdepeñas que es donde comenzó a rodar el balón y llegado el momento también le gustaría ser “técnico sanitario que es para lo que estoy estudiando”.

Pero antes de que esto ocurra aún son muchos los sueños por cumplir del jugador. Ambicioso donde los haya, aspira a lo más alto “jugar en el Inter, Pozo y Barça” pero también es realista y sabe que es muy complicado. “El Peñíscola” es un equipo que siempre le llamó la atención por lo que no le importaría jugar en él y es que aunque sí en la italiana en la española todavía no ha llegado a la División de Honor aspiración a la que suma la de “jugar en la Selección Española”. Ahí es nada.

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